Repartir comida con drones a yates: una empresa gallega se propone revolucionar el sector ‘delivery’
Una vuelta más de tuerca en el sector de los drones, que apunta como una inmensa oportunidad de negocio para los próximos años. Así lo entiende, desde luego, la compañía gallega Aerocamaras, con base en la localidad pontevedresa de Lalín, que se ha asociado a la empresa GEIC de asesoramiento y gestión de infraestructuras portuarias para poner en marcha lo que ellos consideran el servicio de reparto más exclusivo del mundo, Drone to Yacht. Un usuario selecciona desde su yate qué quiere comer, realiza el pedido a través de la app o la web de DroneToYacht a un restaurante en concreto, y a partir de ahí ya solo tiene que esperar a que su comida llegue, literalmente, volando.
En el otro lado de la app, el restaurante recibe el pedido y se pone manos a la obra. El personal de cocina prepara los platos seleccionados, los empaqueta y los entrega al operador del dron. En este momento se procede a localizar la ubicación de la embarcación, se coloca el pedido en la aeronave para que despegue en las proximidades del restaurante y haga la entrega en el propio yate sin necesidad de que haya contacto.
La ambiciosa operación se aprovecha de un dron eléctrico que la compañía gallega ha desarrollado para hacer envíos de cortas distancias que ofrece un servicio rápido y silencioso en línea con el compromiso medioambiental de la compañía. La aeronave no tripulada cuenta con una velocidad máxima de 32 nudos junto con un sistema de carga y suelta con un carrete de 20 metros.
La operación, con denominación de origen gallega, comenzará a operar el 1 de agosto en algunas de las zonas con gran volumen de embarcaciones de recreo con clientes potenciales. Ibiza ha sido la isla seleccionada para encabezar el proyecto. Aerocamaras ha llegado a un acuerdo con múltiples restaurantes y marinas de la zona (y trabaja para ampliar la lista de franquiciados) para que la app DronesToYacht pueda saciar el apetito de los clientes que se encuentren pasando sus vacaciones en yates o los resorts de la población balear.
El objetivo de la compañía es expandirse por el resto de enclaves de las costas españolas en los próximos meses y planea desembarcar en diversos puertos italianos. Además, también disfrutarán de la comida aerotransportada por drones españoles en el Caribe, donde la alianza empresarial comenzará a operar a lo largo de este año, tras la temporada de huracanes que suelen azotar las aguas caribeñas hasta octubre.
El servicio, presentado Aerocamaras en el congreso nacional de drones UNVEX, celebrado la semana pasada en Santiago de Compostela, podría no limitarse a comidas en un futuro. Podría encargarse a través de la app productos de lo más variado como cremas solares, gafas de sol o incluso medicamentos y material de urgencia. Las posibilidades son infinitas dentro de un ambicioso proyecto que aspira a revolucionar uno de los sectores más lujosos.